Ayer tenía tantas ideas para escribir, pero parece que en menos de 20 horas, las olvidé... Pero si lo único que sé es cierto y realmente todos somos botellas flotando hambrientas de atención, entonces eso seré. Sin orden ni objetivos, esta entrada la dedicaré a lo que todos negamos: nadie tiene un plan y nadie sabe quien es. ¿Quién soy? No lo se. A veces amanezco siendo Napoleón, otros días un aire a Hitler inunda mi espejo. ¿Quién soy en realidad? Soy lo mismo que tu y soy exactamente lo contrario a ti. Somos las emociones y alaridos que nos arrebata la vida, soy tan común, soy tan especial, soy un reflejo de la película de mi vida. Ustedes son mi escenografía y yo, yo también soy la suya. Para mi, tu existencia es apenas comprobable. Son apenas coloridos trazos en el aire, unos manchan y otros adornan, pero ambos son necesarios, sino, ¿Quién sería yo mañana?. Quizá a eso quería llegar, que todos y todo moldea lo que somos, que somos espejos parlantes. O quizá no, quizá comencé con una idea y se desvaneció entre muchas otras para convertirse en algo totalmente distinto. Como tu y yo. ¿Quién seré mañana? Eso lo decidirá lo que nos inunde hoy. Ojala mi próxima entrada sea más estructurada. Ojala así lo quiera, debería serlo, ¿no es así? ¿Por que no? Hagámoslo, finjamos ser civilizados.
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